Cuando solicitamos una hipoteca para la compra de una vivienda nos estamos comprometiendo con el banco o caja a devolver la cantidad que nos han prestado más los intereses en un periodo de tiempo determinado.
En los préstamos hipotecarios, como la cantidad de dinero que necesitamos para la compra de nuestra casa suele ser importante, necesitaremos un periodo largo de tiempo para devolver ese dinero, entre 15 y 30 años.
Durante ese tiempo todo irá bien, tendremos salud, trabajo y podremos hacer frente cada mes al pago de la hipoteca. Pero también es verdad que durante ese periodo largo de tiempo nuestra salud nos puede traicionar, asumimos riesgos (viajes de trabajo, de vacaciones, etc.), utilizamos nuestro coche, medios de transporte públicos, aviones, trenes, etc., tenemos una profesión con más o menos riesgo… y todo ello podría provocar que, en caso de un fallecimiento o de una invalidez, no pudiéramos hacer frente al pago de la hipoteca, nosotros o nuestros herederos.
Para evitar esto lo mejor es contratar un seguro de vida y así, si sucediera cualquier imprevisto, no tendríamos ningún problema nosotros o nuestros herederos en devolver el dinero al banco. De este modo, evitamos perder nuestra casa o crear un agujero económico a nuestra familia.